Chmelař: “No se trata de influir, sino de que se nos oiga”

Aleš Chmelař, viceministro de Exteriores checo para la sección europea. Foto: Celia Pérez

CELIA PÉREZ CARRASCOSA

El Grupo de Visegrado, o V4, se fundó en 1991 de la mano de Václav Havel, presidente de Checoslovaquia (hoy República Checa y Eslovaquia), Józef Antall, primer ministro de Hungría, y Lech Wałęsa, presidente de Polonia. Uno de los objetivos principales era entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en la Unión Europea (UE), lo que respectivamente consiguió en 1999 y 2004.

Sin embargo, siglos antes estos tres Estados ya llegaron a la conclusión de que la cooperación tanto económica como política era beneficiosa para ellos. En 1335 tuvo lugar el Pacto de Visegrado, en la ciudad húngara de Visegrád, por el cual el rey Carlos Roberto de Hungría, el rey checo Juan de Bohemia y el rey polaco Casimiro III acordaron establecer rutas comerciales alternativas a la de Viena, ya que los Habsburgo obligaban a pagar una tasa aduanera a las mercancías que pasaban por el Danubio vienés y debido a la expansión que los Habsburgo comenzaban a ganar.

A día de hoy el Grupo de Visegrado sigue cooperando y trabajando en equipo dentro y fuera de la UE.

Aleš Chmelař, viceministro de Exteriores checo para la sección europea, explica de manera amena y respetuosa las preocupaciones, logros y propósitos de este grupo que representa a una gran parte de la Europa central.

Pregunta: ¿Cómo ha evolucionado el Grupo de Visegrado a lo largo del tiempo y qué ha conseguido?

Respuesta: Primero de todo hay que recordar que los fundadores de Visegrado estaban convencidos de que eran europeos y de que querían formar parte de la UE. Al reflejarse en el antiguo Pacto de Visegrado, se ve su intención internacionalista y europea. Además, el actual Grupo de Visegrado surge a consecuencia de la caída del comunismo en 1991, por lo que tienen un pasado reciente similar. Algo muy importante también es que tras la amigable disolución de Checoslovaquia en 1993, los Estados que conforman hoy este grupo son: Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia.

En 2004 estos Estados entran en la UE. Se podría decir que han cumplido uno de sus objetivos y que no tiene razón de existir, pero ellos siguen trabajando.

A nivel regional, se ha conseguido mucho, ya que hay cooperación entre los cuatro y los conflictos que ha habido entre Hungría y Eslovaquia y entre Polonia y Chequia se han ido apaciguando. Creo que ese es el mayor logro, la cooperación entre nosotros.

Pregunta: ¿Por qué la República Checa cree que este grupo debe ser fuerte dentro de la UE?

Respuesta: En total, el Grupo de Visegrado suma 65 millones de habitantes, básicamente el tamaño de Francia. En total, somos un socio comercial más importante para Alemania que Francia. En total, estos cuatro países podrían ser un jugador más importante dentro de la UE.

Creo que Europa Central y Europa Occidental comparten los mismos valores e ideas, pero a veces vemos cierto desacuerdo de la población con lo que hace la UE. Por esta razón, unirnos para dar nuestra opinión es hacer entender que hay diferentes perspectivas dentro de la UE. No se trata de influir, sino de que se nos oiga, que se nos respete. Como decía Robert Fico, primer ministro eslovaco (2012-2018), no queremos influir en la UE, queremos ser respetados. A veces se escucha más a Francia, Alemania o Italia que a otros Estados más pequeños. Es más fácil dar nuestra opinión de forma conjunta que por separado.

Me atrevo a decir que hay muy pocas cuestiones en las que diferimos de la UE, una es clara: la inmigración. Pero, ¿ves? Muchos países han cambiado su opinión y su política en los últimos cinco años.

Puede que Visegrado fuera muy explícito en dar su opinión acerca de este asunto, pero al mismo tiempo era necesario. De otra manera, la población se hubiera desvinculado de la política de la UE. No creo que seamos menos o más europeos que los occidentales, es sólo nuestra perspectiva, nuestra opinión.

Pregunta: ¿Cómo trata la República Checa de reforzar el Grupo de Visegrado dentro de la UE?

Respuesta: No tenemos instituciones o asambleas parlamentarias, a diferencia de Benelux y los Nordic-Baltic. Creemos que está bien así. Tratamos tema por tema, y si estamos de acuerdo, damos nuestra opinión de forma conjunta, si no, no. No hay una necesidad específica de estar de acuerdo en todo.

Sin embargo, desde 2015 es importante hacer entender que no estamos en contra de la UE, sino que somos una fuerza constructiva y podemos aportar ideas que ayuden a la integración de la UE. Eso es algo que Chequia hizo durante su presidencia. Por ejemplo, intentamos ampliar el potencial de Visegrado reuniéndonos con Alemania, Nordic-Baltic o los Balcanes occidentales. Es bueno cooperar con otros países, la República Checa siempre ha considerado importante el diálogo con los vecinos.

Pregunta: El año pasado la República Checa asumió la Presidencia del Grupo de Visegrado y el lema de su presidencia fue “una Europa razonable”, ¿por qué?

Respuesta: No teníamos la intención de decir que Europa no era razonable, pero la razón es lo opuesto a las emociones. Básicamente, queríamos sentarnos y hablar teniendo los pies en la tierra, ver las cosas como son. Tenemos que encontrar soluciones realistas, no idealistas o influenciadas por las emociones. Por ejemplo, la crisis migratoria estuvo llena de emociones.

Pregunta: ¿Cuál es la Europa que promueve Visegrado?

Respuesta: No hay una Europa específica que Visegrado quiera conseguir, pero  queremos ver una Europa que respete los sentimientos de la gente. No pensar que algo o alguien son mejores sólo porque yo lo creo. Viví cuatro años en Bruselas y sé que la UE puede tomar decisiones y tener ideas muy opuestas a las de la gente de los Estados miembros. Si queremos aportar algo de Visegrado, es el respeto por la gente, por toda Europa, que se tengan en cuenta las diferencias.  A veces tenemos este enfoque paternalista en Bruselas y la gente no lo entiende. Si las personas no aceptan esas propuestas, no tiene sentido. Si seguimos así, perderemos a la gente que debería ser y sentirse parte del proyecto europeo. Si tienes una idea, tienes que preguntar a la gente y explicarles lo que es para que se sientan parte de la UE. Eso es democracia.

Pregunta: Uno de los objetivos de la Presidencia checa fue la integración de los Balcanes occidentales, ¿por qué esta región es importante para Visegrado y la República Checa?

Respuesta: Esta región es importante para toda Europa. Hay un agujero en la UE. Es importante señalar que con ese agujero, las ambiciones globales de la UE son imposibles de realizar. Imagina que EEUU tuviera un agujero, no podría ser una gran potencia global. Además, es una región frágil debido a su historia, por lo que la UE debería tener más interés en esta zona y no dejar que otros jugadores interfieran en ella, como Turquía. Así que es básicamente geopolítico.

Pregunta: En los últimos años el euroescepticismo ha crecido en Europa, incluyendo los países de Visegrado. ¿Por qué cree que el euroescepticismo ha aumentado en Chequia y cómo puede afrontarlo Praga?

Respuesta: El caso checo es muy relativo porque estamos en el centro de Europa y nos sentimos europeos y estamos contentos dentro de la UE. Pero, tenemos algunas dudas sobre el funcionamiento de la UE. Antes de la crisis de 2008 los checos tenían una opinión más positiva acerca de la UE, pero después de 2008 y debido a la incapacidad de los líderes de la UE, el euroescepticismo comenzó a aumentar. También a partir de la crisis migratoria de 2015. Quizás no es euroescepticismo, sino dudas sobre el trabajo de la UE a día de hoy. Los checos creen que a veces Europa no tiene los pies en la tierra.

¿Cómo afrontarlo? Creo que necesitas demostrar a tus ciudadanos que su voz se oye en la UE. Es lo principal. Así, se sienten parte de la UE. Se trata de decirles “sí, estamos en la UE, nuestra voz se oye y podemos hablar cara a cara con los Estados grandes”.

Pregunta: A pesar de las discrepancias y diferencias entre los cuatro países, Visegrado se mantiene firme y claro en sus opiniones y decisiones. ¿Cree que la UE debería aprender algo de este grupo sobre cooperación? ¿Y en otras áreas?

Respuesta: Diría que tiene que aprender a no tener la necesidad de estar de acuerdo en todo, que fuera capaz de decir “no estamos de acuerdo en esto, así que no perdamos tiempo”. Respetar las opiniones de los demás, no imponer una idea. Creo que es lo que la cooperación de Visegrado ha mostrado a lo largo del tiempo. Por ejemplo, Polonia y Chequia tuvieron problemas antes de la Segunda Guerra Mundial, y también Eslovaquia y Hungría han tenido problemas. Pero, de alguna manera hemos aprendido a vivir los unos con los otros.

Pregunta: En general, en Bruselas y en Europa occidental se cree que este grupo desafía de alguna manera a la UE. ¿Por qué cree que Bruselas actúa de esta manera respecto a Visegrado? ¿Qué piensa Chequia sobre esto y qué hace para defender su posición?

Respuesta: Es una pregunta muy importante. Bruselas nunca ha establecido una política para Visegrado. Somos cuatro países diferentes que nos reunimos muy a menudo, pero somos diferentes. Los problemas que Bruselas tiene o ha tenido con Visegrado son y han sido con Polonia y Hungría, pero nos meten a todos en el mismo saco.

Checoslovaquia se fundó en 1918 en base a un nuevo sistema mundial, respetando el derecho internacional. Por tanto, nosotros, checos y eslovacos, nos basamos en el respeto del Estado de Derecho. Nos conmociona que a veces nos metan a todos en el mismo saco por los problemas que Bruselas tenga con otros Estados de Visegrado.

Es cierto que discrepamos de la UE en algunos aspectos, por ejemplo la inmigración, el cambio climático o las relaciones con Rusia, pero eso no es un problema. Sólo son opiniones diferentes. Creo que el valor más preciado es la democracia y la capacidad de hablar entre nosotros.

Pregunta: ¿En qué se asemeja y en qué se diferencia la República Checa del resto de los países de Visegrado?

Respuesta: Praga está más al oeste que Viena, por ejemplo. Siempre nos hemos considerado parte de Europa central. Nosotros, los checos, nos sentimos diferentes de los polacos y los húngaros en el sentido de que siempre hemos estado en Occidente.

Por otra parte, tenemos ingresos medios. No somos los ricos, pero tampoco los pobres. Estamos en un lugar intermedio. Tenemos algunos problemas y puntos de vista que compartimos con nuestros socios del Este, pero también otros que compartimos con los compañeros de la Europa occidental. Por eso nos consideramos un puente entre Europa occidental y central.

Pregunta: En 2015 hubo problemas con la distribución de refugiados por países que la UE quería establecer. República Checa, como los demás Estados de Visegrado, se negó a aceptarlo, ¿por qué?

Respuesta: En septiembre de 2015 se aprobó el sistema de cuotas de la UE y cada país estaba obligado a acoger refugiados quisiera o no. En cuanto a esto, veíamos varios problemas.

Primero, que la mayoría de los refugiados querían ir a Francia, Alemania y Reino Unido, y tú no podías decirles que no iban a ir al país que querían. No es lógico distribuir a la gente en contra de su voluntad. Por ejemplo, eso pasó con algunos refugiados en Rumanía, que dejaron el país asignado para ir donde realmente querían ir.

Segundo, aceptar a todos los refugiados puede ser una motivación para que más gente arriesgue su vida para venir a Europa, lo que se llama efecto llamada. Lo hemos hablado mucho, el tema de los refugiados estuvo influenciado por las emociones. Durante ese tiempo se decía que nosotros no queríamos salvar a la gente del mar, pero no es cierto. Claro que debemos salvar a la gente del mar, pero también debemos prevenirles de arriesgar sus vidas en el mar, porque si decimos “sí, os acogemos”, más gente arriesgará su vida en el mar, y no es lógico. En lugar de solucionar un problema, creas uno más.

Y el tercer punto es que Chequia no tiene fronteras, estamos rodeados de Schengen. La población lo acepta porque son fronteras intraeuropeas. Pero al mismo tiempo, si no tienes fronteras que controlar, te preguntas dónde está la frontera. Creo que mucha gente en Europa piensa que la UE necesita fronteras. No vivimos en un mundo pacífico. Necesitamos que alguien cuide de nuestras fronteras en caso de necesidad. Se trata de controlar lo que ocurre dentro de la UE y de quién vive en la UE. No hay ningún país con fronteras abiertas, por ejemplo, Canadá, Rusia o China. No tenemos capacidad para ayudar a todo el mundo.

Por esto, la distribución obligatoria de refugiados no solucionó nada. Se centró en la distribución del problema, no en reducirlo. Desde el principio vimos que el sistema de cuotas no tenía sentido y que no funcionaría. Incluso el sistema voluntario no funcionó. Lo que necesitamos es cooperar con los países de donde esa gente viene para que apoyen a su pueblo.

Pregunta: ¿A qué otros problemas cree que se enfrenta la UE y cómo pueden Chequia y el Grupo de Visegrado reducirlos y eliminarlos?

Respuesta: Uno de los más importantes es el cambio climático. Tenemos que encontrar un buen y correcto equilibrio económico y social para reducir las emisiones de CO2, pero no tenemos que dejarnos llevar por las emociones. Si exageramos el riesgo, parte de la industria podría colapsar. Por eso hay que encontrar un buen equilibrio. También tenemos la pandemia de coronavirus, pero espero que no dure mucho.

Otro aspecto importante es el geopolítico y la capacidad del poder global de Europa y la UE. Creo que es el problema más grave de la UE. La UE tiene herramientas y buena economía, pero no tiene poder. En cuanto a población, la UE es más grande que EEUU. El problema es interno. Aún no confiamos en nosotros y no hablamos entre nosotros lo suficiente, y así no podemos ser fuertes.

Por ejemplo, en el Mediterráneo si no actuamos como potencia, ese problema nunca desaparecerá. Por lo tanto, tenemos que pensar cómo la UE puede consolidar su poder. También es muy importante concretar una política efectiva con África y China.

Otro asunto es la Eurozona, creo que necesita algunas reformas, pero Chequia aún no pertenece a ella.

Por otra parte, lo entiendo porque la UE aún es muy joven, así que necesita tiempo para completar todos los pasos. Es un proceso largo que se completará en un futuro lejano.

Pregunta: ¿Cree que la República Checa aceptará algún día el euro como moneda?

Respuesta: Estoy convencido de que sí, pero aún no. Quizás en diez años. La razón principal por la que todavía no estamos en la Eurozona es porque la crisis económica llegó y lo vamos posponiendo, y vemos que la arquitectura del euro aún no está definida y es muy cambiante.

Pregunta: ¿Cómo cree que el Grupo de Visegrado se desarrollará de aquí a 10 años? ¿Y la UE?

Respuesta: Creo que Visegrado seguirá igual, dependerá de los nuevos asuntos a tratar. Si resolvemos la cuestión migratoria, Visegrado hablará más de los Balcanes occidentales. Espero que tengamos más visibilidad. No creo que experimente un gran cambio.

En cuanto a la UE, espero que la Eurozona esté bien definida y espero que la política exterior europea trabaje mejor o esté mejor definida.

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