República Checa, una reconocida especialista en la industria de defensa y aeronáutica

L-200 Morava, el primer avión diseñado por Aircraft Industries (Let Kunovice) en 1957. Fuente: equipo de marketing de Let Kunovice

CELIA PÉREZ CARRASCOSA

La industria ha acompañado a este país centroeuropeo desde sus orígenes. Dentro de este sector, la producción armamentística y aeronáutica es de gran importancia desde tiempos históricos. La Checoslovaquia comunista fue uno de los líderes mundiales en la fabricación y exportación de armas. No obstante, mucho antes, durante el Imperio austrohúngaro, las Tierras checas ya tenían bastante experiencia en la manufacturación de armas.

En cuanto a la aeronáutica, fue una emergente Checoslovaquia la que inició la investigación y producción de medios de transporte aéreos. Durante el comunismo, este campo cobró mucha importancia y su talento y esfuerzo situaron al país entre uno de los principales fabricantes y exportadores de estos productos a nivel internacional. Entre sus legendarios aviones destacan el L-410 y el L-29 Delfín.

Por otra parte, en la manufacturación de defensa destacan las armas pesadas, como las ametralladoras, o los vehículos de combate, como los tanques. Asimismo, es usual leer o escuchar  noticias acerca de los países líderes en este campo, entre ellos EEUU, Rusia y Francia. Sin embargo, la munición y la tecnología, como los sistemas de radiocomunicación, son de vital importancia para las grandes armas. Precisamente, es en este campo donde la República Checa tiene una gran ventaja.

Tierras checas, proveedora armamentística del Imperio austrohúngaro

El Imperio austríaco (1804-1867) incluía varios territorios, entre ellos el Reino checo (conocido como Reino de Bohemia en la Europa occidental). Dicho imperio recibió con los brazos abiertos a la Revolución Industrial y poco a poco fue industrializándose. Las Tierras checas fueron uno de los integrantes que más rápido avanzaron en este ámbito.

En 1867 Austria y Hungría establecieron formalmente el Imperio austrohúngaro, que duró hasta 1918. Al contrario que Austria, Hungría no estaba muy industrializada, pero paulatinamente ambas fueron desarrollando y mejorando este sector.

Una de las primeras empresas de marca checa (también de las primeras de Europa) que se fundaron fue Škoda Works (Škodovka en checo), en Pilsen. El 12 de junio de 1869 Emil Škoda le compró una fábrica al austríaco Ernst Anton Franz de Paula von Waldstein-Wartenberg, que había sido establecida en 1859. Así nació la legendaria Škoda, predecesora de Škoda Auto y Škoda Transportation.

Jan Vaňata, funcionario del Archivo Regional del Estado de Pilsen, explica que los primeros productos de dicha empresa fueron calderas y motores de vapor, turbinas de agua, equipos de ingeniería para cervecerías, fábricas de azúcar, fundiciones de acero, etc.

Más tarde, en 1889, Škoda comenzó a fabricar armas y a proveer la artillería y munición al Imperio austrohúngaro. “Las primeras que se produjeron fueron la ametralladora Škoda M-1893 y el cañón naval L-44, por ejemplo”, señala Vaňata. Además, “a partir de 1902 esta compañía fue el único suministrador de armamento para la Armada austrohúngara”, destaca el experto. Aparte de esto, la firma fabricaba cañones navales, costeros y de fortificación, cañones de campaña y montaña, morteros y obuses. También es importante destacar que tenía una fábrica de munición en la ciudad checa de Bolevec.

Munición fabricada por Škodovka. Fuente: Škoda Works in historical photographs

Cabe señalar que Škoda no sólo proporcionaba armamento al Imperio austrohúngaro, sino que también exportaba sus productos. Desde el Archivo Regional de Pilsen indican que la mayoría de Estados importadores eran europeos, tales como España, Países Bajos o Albania; pero también China, Turquía, Sudáfrica, Brasil y Ecuador, entre otros.

Por otra parte, la Primera Guerra Mundial supuso un cambio en su suministro al Imperio austrohúngaro. Vaňata subraya que la producción de los cañones navales al imperio que había prevalecido hasta entonces, fue sustituida por cañones de campo y montaña, morteros y especialmente por ametralladoras pesadas. Además, “desde 1917 fue el proveedor de todas las armas superiores a un calibre de 104 mm y del 70% de todas las armas con un calibre inferior a 100 mm para el Ejército austrohúngaro”, explica el experto. Según Vaňata, entre 1910 y 1918, la empresa produjo 12.693 armas y piezas de munición para el extinguido imperio.

Obús de un calibre de 42 cm fabricado por Škoda Works en 1918. Fuente: Škoda Works in historical photographs

Desde el Archivo Regional del Estado de Pilsen recuerdan que las Tierras checas eran una parte del Imperio austríaco y que, por lo tanto, era una unidad administrativa y fiscal de la parte austríaca  del Imperio austrohúngaro. En cuanto a los impuestos, los pagaba en el Reino checo, ya que estaba registrada en la ciudad checa de Pilsen.

Vaňata destaca que tras la fundación de Checoslovaquia en 1918 el mayor cliente de la firma fue el Ejército checoslovaco. De hecho, desde ese año, Škodovka produjo los cañones de campaña para la fuerza terrestre. Más tarde, en la década de los 30 empezaron a fabricar cañones antiaéreos y antitanques, que también se exportaban. “Los productos más importantes seguían siendo las armas de fortificación, material blindado y, por supuesto, la munición”, subraya Vaňata. Además, Škodovka comenzó a fabricar tanques en 1931.

Tanque LT-35 fabricado por Škodovka y diseñado en 1935. Fuente: Škoda Works in historical photographs

Checoslovaquia apuesta fuerte por la aeronáutica

El establecimiento del nuevo Estado trajo consigo la industria de la aviación. En 1919 se fundaron las primeras empresas dedicadas a esto: Aero, Avia y Letov. Gradualmente esta industria comenzó a expandirse a lo largo de los años 30. Una de las nuevas empresas fue Let Kunovice (Aircraft Industries) fundada en 1936 en Kunovice, un pueblo de Moravia. El equipo de marketing de la compañía morava explica que debido a que la mayoría de la industria checoslovaca estaba en Bohemia, en 1934 el Gobierno planificó la construcción de importantes fábricas en Moravia y la frontera oeste de Eslovaquia, más allá del alcance de los alemanes. Este movimiento de la producción aérea y armamentística hacia las áreas mencionadas se conoce como la primera ola de reubicación al este de la industria de defensa[1].

La empresa aérea indica que la construcción de la misma se inició en 1936 y la explotación de la planta en 1937. Además de la fábrica, se construyó un aeropuerto. Desde la firma recuerdan que ésta es hija de Avia, que a su vez pertenecía a Škodovka. Explican que antes de la ocupación alemana, el 15 de marzo de 1939, Let Kunovice reparaba y modificada los aviones fabricados por Avia Praha, especialmente del tipo Avia B-534, cazas de las Fuerzas Armadas checoslovacas. “Tras la reparación, pilotos de Avia Praha probaban los aviones en el aeropuerto de Kunovice”, apunta la empresa morava.

Segunda Guerra Mundial

Durante la ocupación alemana y la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia fabricó muchas armas y munición para el Ejército alemán. Por ejemplo, Vaňata destaca que a partir de 1938 la producción de los cañones checoslovacos fue gradualmente sustituida por la producción en masa de los cañones y otras armas alemanas. “Y en 1942 la producción en masa bajo licencia se impuso totalmente”, afirma el experto.

De acuerdo con el Archivo Regional de Pilsen entre 1939 y 1945, Škoda manufacturó 23.790 cañones para el Ejército alemán, 17.900.000 piezas de munición y 7.500.000 espoletas. Aparte de esto, la histórica compañía fabricó 1.140 cañones para exportar, los cuales importaron Yugoslavia (617 cañones), Rumanía (252), Bulgaria (68), Eslovaquia (58), Italia (36), Finlandia (27), Irán (26), Afganistán (26), Hungría (12) y Países Bajos (12).

La era comunista           

Las elecciones parlamentarias de 1946 en Checoslovaquia dieron la victoria al Partido Comunista de Checoslovaquia (KSČ). El primer ministro fue Klement Gottwald y el presidente Edvard Beneš, que no era comunista.

Durante el periodo comunista Checoslovaquia siguió desarrollando su industria. Asimismo, fue uno de los Estados proveedores más significativos del Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON). Una de las explotaciones que más importancia cobró fue la armamentística. El Gobierno comunista utilizó esta industria para equiparar la economía checa y eslovaca[2].

En la década de los 50 tuvo lugar la segunda ola de reubicación de esta producción hacia el este, la cual estableció más empresas de armas pesadas en Eslovaquia. Esta fue una de las razones por las que Škoda Works dejó de fabricar armas en 1953 y la empresa eslovaca Konštrukta Trenčín ocupó su lugar. La tercera y última ola se desarrolló en los 60. Durante esa década, en la parte más oriental de Eslovaquia comenzó a fabricarse municiones de gran calibre y explosivos[3].

A lo largo de los 50 esta industria volvió a recuperarse, ya que después de la guerra disminuyó ligeramente[4]. Sin embargo, muchos de los productos que fabricaban eran armas soviéticas con licencia. Por ejemplo, entre 1954 y 1962 Checoslovaquia produjo 3.400 cazas soviéticos MiG-15. A su vez, el 30% de los suministros se destinaron a sus propias Fuerzas Armadas, mientras que el 70% fue destinado a las exportaciones. De hecho, la participación de las armas en las exportaciones totales osciló entre el 7 y el 8% anual.

En los 60 se definió la especialización de los países del Pacto de Varsovia y a Checoslovaquia se le asignó la producción de aviones y vehículos blindados. A partir de entonces Checoslovaquia manufacturó numerosos productos de este tipo. Entre ellos destacan notablemente el L-29 Delfín y el Albatros L-39, ambos de Aero. Por su parte, las plantas de Závody ťažkého strojárstva (ZŤS) en Eslovaquia producían tanques y armas pesadas.

L-29 Delfín. Fuente: Wikipedia

Desde Let Kunovice nos cuentan que Avia Praga y sus subsidiarias, como la misma empresa, fueron nacionalizadas el 27 de diciembre de 1945. Desde 1948, ésta formó parte de la empresa nacional LET. Más tarde, en 1948, fue renombrada como LET, la compañía nacional de Kunovice.

El primer avión producido por completo en esta empresa morava fue el deportivo Zlín Z-22 Junák. “Desde 1949 LET fabricó 170 aviones de este tipo, y también los exportaron a Rumanía y Bélgica”, indica Let Kunovice. También se manufacturaron los aviones Z-124 Galánka y LF-109 Pionýr. En los 50 se construyó una nueva planta en la fábrica y se produjo, por licencia, el avión soviético Yakovlev Yak-11, el cual, además de usarse en Checoslovaquia, se exportó a 20 países, incluidos Egipto, China, Hungría, Austria y la URSS.

L-13 Blaník. Fuente: equipo de marketing de Let Kunovice

Una fecha muy importante para la firma morava es 1957, año en el que Let Kunovice no sólo fabricó, sino que también, bajo la guía y supervisión del ingeniero Ladislav Smrček, diseñó su primer avión: L-200 Morava, un taxi aéreo, que en 1964 llegó a exportarse a diecinueve países. En 1958 también se empezó a producir el L-13 Blaník. Hoy en día se sigue fabricando y más de 2.600 de éstos se han vendido por todo el mundo. Otro de sus aviones se fabricó en 1963, el Z-37 Čmelák. Además, entre 1963 y 1973 esta empresa fabricó 1.700 L-29 Delfín, desarrollado por Aero Vodochody.

En 1966 Smrček diseñó y produjo un avión más, el famoso L-410 Turbolet, y voló en pruebas en abril de 1969. Se trata de un pequeño avión de transporte para diecinueve pasajeros. “Su principal cliente fue la compañía soviética Aeroflot, pero también hubo interés por parte de otros operadores en los cuatro continentes”, señala el equipo de marketing de Let Kunovice. Cabe señalar que este avión es de los más conocidos y exportados del país. De hecho, se sigue produciendo y vendiendo en diferentes versiones. “En 2015, un prototipo de un L-410 modernizado despegó por primera vez. Con todas las mejoras realizadas, el L-410 NG alcanza un nuevo nivel de confort y seguridad”, explica la empresa checa. Let Kunovice también produjo el L-610, el avión más grande diseñado y producido en Checoslovaquia. Sin embargo, “debido a la situación económica después de 1989, fue imposible completar su desarrollo”.

L-410 NG. Fuente: equipo de marketing de Let Kunovice

La Revolución de Terciopelo

En 1989 tuvo lugar la Revolución de Terciopelo, que acabó de forma pacífica con el totalitarismo y elevó a Václav Havel a presidente del Gobierno a través de las urnas. Sin embargo, el regreso de la democracia supuso un duro golpe para la industria armamentística.

Jiří Hynek, presidente de la Asociación de la Industria de Defensa y Seguridad checa (AOBP por sus siglas en checo), señala que durante el comunismo todas estas empresas estaban agrupadas bajo un mando único: el Gobierno. “Tras 1989 la mayoría de las compañías querían ser independientes y muchas de ellas se desintegraron en otras más pequeñas”, expone Hynek. A su juicio, esto fue perjudicial para este sector porque “la industria militar y armamentística tiene que tener una sola voz, ya que es más fácil establecer relaciones y negocios en el exterior”, explica el experto. Por esta razón, en 1997 se fundó AOBP, ya que las empresas se dieron cuenta de que necesitaban cooperar y estar unidas.

Aparte de esto, Checoslovaquia y sus sucesoras perdieron el interés por este mercado después de 1989. En general, se pensaba que las armas no eran tan necesarias como lo fueron porque, supuestamente, el mundo era un lugar más seguro. “Toda revolución va acompañada de entusiasmo e ingenuidad. Los países extranjeros pueden utilizar esto con mucha habilidad. Mientras nuestros políticos pintaban el tanque de rosa, la competencia extranjera ocupaba astutamente los mercados que íbamos liberando”, resalta Hynek. Por su parte, Let Kunovice indica que la disolución del COMECON en 1991 supuso un decrecimiento importante en las exportaciones checoslovacas. Además, coincide con Hynek en que la competitividad fue muy agresiva después de la fecha señalada. De acuerdo con el experto, en el año 2000, durante el Gobierno de Miloš Zeman, Praga recuperó el interés en este negocio.

Por último, la separación de Checoslovaquia perjudicó notablemente este mercado, ya que Eslovaquia y las Tierras checas se repartían las tareas de producción. “Podemos decir que Eslovaquia se encargaba del hardware, tanques y armas pesadas, y República Checa del software, tecnología y armas pequeñas”, indica el experto. Sin embargo, el proceso de conversión de esta industria no fue muy perjudicial para Praga, “ya que es más sencillo adaptar la tecnología y la electrónica al uso civil, que tanques o explosivos”, indica Hynek.

De las armas pesadas a la tecnología

El presidente de AOBP explica que el objetivo principal de esta asociación es crear las condiciones óptimas para la investigación, desarrollo, producción y servicios de marketing con tecnología y materiales de defensa y seguridad. Por otra parte, destaca que dentro de las fronteras checas refuerzan la posición de los productores checos. “En el extranjero, ayudamos a introducir los productos checos en las fuerzas armadas de esos países”, resalta el experto.

Además, señala que las exportaciones han aumentado diez veces en los últimos quince años. Hynek indica que la industria de defensa y seguridad ha mejorado mucho su calidad, modernidad y volumen de producción. Destaca que exportan a más de 100 países en todo el mundo y enfatiza que “gracias a la diversificación de producción, no hay un país del que dependamos para exportar”. Sus principales importadores son EEUU, Indonesia, Vietnam e Irak. En Europa son Polonia, Eslovaquia, Hungría, Italia y Alemania.

El experto señala que el material terrestre, como los camiones militares, representan el 40% de las exportaciones de este sector. En segundo lugar se sitúan la aviación y su equipamiento, que alcanzan el 25%. “El resto se reparte equitativamente entre tecnología y electrónica, munición, propulsores y armas pequeñas”, indica Hynek.

De acuerdo con el presidente de AOBP, la República Checa no tiene intención de volver a fabricar armas pesadas o vehículos de combate. Al contrario, quiere seguir investigando y perfeccionando su tecnología y electrónica militar. De hecho, menciona los sistemas de monitorización pasivos producidos por la empresa ERA Pardubice, la cual es un líder mundial en este campo.

Como dice un sabio refrán español: “el que tuvo, retuvo”. Este país eslavo ha vuelto al mercado de defensa y seguridad internacional de una manera brillante. Lo ha hecho gracias a su experiencia en la producción de armas y de aviones. Una tradición que Praga ha sabido mantener y desarrollar con la ayuda de sus profesionales a lo largo y ancho del país.


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[1] Český obranný průmysl v minulosti a dnes (1) Hospodárské Noviny 04/12/1998 https://archiv.ihned.cz/c1-967154-cesky-obranny-prumysl-v-minulosti-a-dnes-1

[2] The defense industry in The Czech Republic Radio Prague International 28/11/2002 https://english.radio.cz/defense-industry-czech-republic-8068404

[3] Český obranný průmysl v minulosti a dnes (1) Hospodárské Noviny 04/12/1998 https://archiv.ihned.cz/c1-967154-cesky-obranny-prumysl-v-minulosti-a-dnes-1

[4]  Český obranný průmysl v minulosti a dnes (1) Hospodárské Noviny 12/07/1998 https://archiv.ihned.cz/c1-967154-cesky-obranny-prumysl-v-minulosti-a-dnes-1


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